La columna cervical depende en gran medida del soporte muscular, en particular de los músculos profundos de la parte delantera y trasera del cuello. Algunos expertos estiman que hasta el 70% de la estabilidad de la columna cervical surge de estos músculos profundos del cuello, en particular los que están frente a la columna. Los estudios han demostrado que las fuerzas rápidas de aceleración-desaceleración que se ejercen en el cuello durante una colisión de vehículos de motor pueden lesionar estos músculos profundos del cuello. De hecho, las pruebas electromiográficas (EMG) realizadas en pacientes con WAD (“Whiplash Asociated Disorder”, en español trastornos asociados al latigazo cervical) han demostrado que aquellos con mayor intensidad de dolor también tenían una función muscular profunda reducida tanto en la parte anterior como posterior de la columna. Las pautas de tratamiento para el dolor de cuello inespecífico recomiendan incorporar ejercicios específicos para el cuello en el proceso de tratamiento. Pero, ¿qué pasa con los pacientes con WAD con dolor de cuello?
Un estudio de 2018 que involucró a 26 pacientes con WAD crónico (síntomas que duran más de tres meses) evaluó la función de los ejercicios específicos del cuello (como la flexión cráneo-cervical, es decir, doblar el mentón y acercar el mentón al pecho mientras mira al frente sin inclinar la cabeza hacia adelante) contribuyó a mejorar el rendimiento muscular, la discapacidad y la intensidad del dolor en el transcurso de un período de tres meses.
Después de tres meses, los investigadores utilizaron un tipo especial de ultrasonido de diagnóstico para medir la función en un músculo superficial grande y dos músculos profundos que residen en la parte frontal del cuello. Los investigadores observaron que los participantes del grupo de ejercicios específicos para el cuello experimentaron mejoras significativas con respecto a la función muscular, la discapacidad y la intensidad del dolor que no se observaron entre los del grupo de "lista de espera" que sirvieron como control.
Aquí es donde se pone más interesante... En el punto de los tres meses, los miembros del grupo de control se agregaron al grupo de ejercicios específicos para el cuello, y tres meses después, ¡los investigadores observaron que estos participantes experimentaron las mismas mejoras que observaron anteriormente en el primer grupo de ejercicios específicos para el cuello! Este estudio apoya la necesidad de ejercicios específicos del cuello para reducir el dolor y la discapacidad y mejorar el funcionamiento.
Cuando se lesionan los músculos profundos, es común que el cuerpo reclute músculos superficiales para ayudar a estabilizar el cuerpo y mantener la postura. Si bien esto puede proteger los músculos profundos de más lesiones a corto plazo, puede desacondicionar estos músculos con el tiempo y permitir que los depósitos de grasa se infiltren en su tejido. Esto ayuda a explicar por qué los ejercicios son tan importantes en el proceso de recuperación de lesiones musculoesqueléticas, especialmente porque hay investigaciones que dicen que hasta la mitad de los pacientes con WAD seguirán experimentando dolor y discapacidad un año después de su accidente. Esto subraya la importancia de buscar tratamiento para WAD lo antes posible a fin de reducir el riesgo de cronicidad y mientras las posibilidades de recuperación completa son mayores.