La Sociedad Internacional de Cefaleas (IHS) enumera la "cefalea atribuida al latigazo cervical" el dolor de cabeza que aparece o los dolores de cabeza existentes que empeoran dentro de los siete días posteriores a un evento de latigazo cervical (es decir, colisión automovilística, colisión deportiva, resbalón y caída, etc.). Se estima que hasta el 60% de los pacientes con trastornos asociados al latigazo cervical (WAD, por sus siglas en inglés) experimentan este tipo de cefaleas y casi el 40% continuará sufriéndola un año después de su lesión inicial. Por lo tanto, son importantes los estudios que se centran en qué factores están relacionados con las cefaleas posteriores al latigazo cervical, especialmente aquellas que persisten a largo plazo.
En un estudio del 2022, los investigadores monitorearon a 47 pacientes con WAD recientes de grado II (dolor, rigidez, o sensibilidad en el cuello con signos de lesión en los tejidos blandos, pérdida de rango de movimiento y/o sensibilidad puntual en el cuello) sin antecedentes de dolor de cabeza o trastornos musculoesqueléticos asociados con dolor de cabeza. Todos los participantes completaron cuestionarios autoinformados, incluida la Escala Visual Analógica para la intensidad del dolor de cuello, el Índice de Discapacidad Cervical, la Escala de Catastrofización del Dolor y la Escala de Tampa para la Kinesiofobia TSK-11. De los 47 pacientes del estudio, 28 desarrollaron dolores de cabeza dentro de la semana posterior al latigazo cervical, lo que coincide con los resultados de estudios anteriores.
El análisis de los datos del cuestionario reveló que la intensidad del dolor de cuello, la discapacidad del cuello, el catastrofismo del dolor, la kinesiofobia, y la ansiedad fueron TODOS más elevados en las personas con dolores de cabeza posteriores al latigazo cervical. Investigaciones anteriores también han vinculado la sensibilización central (experimentar sensaciones dolorosas ante estímulos no dolorosos) con dolores de cabeza posteriores al latigazo cervical. Esto sugiere que una lesión peor del sistema musculoesquelético, particularmente en las proximidades de la columna cervical, puede contribuir a los dolores de cabeza posteriores al latigazo cervical; y que el cuello debe evaluarse en pacientes con WAD, especialmente aquellos con cefaleas de inicio reciente o que empeoran.
La actualización del 2016 del Grupo de Trabajo de la Década del Hueso y la Articulación 2000-2010 sobre el Dolor y sus Trastornos Asociados concluyó que las cefaleas tensionales episódicas, las cefaleas tensionales crónicas, y las cefaleas cervicogénicas son controladas de manera efectiva con ejercicios craneocervicales y escapulares cervicales de resistencia de baja carga, entrenamiento de relajación con terapia de afrontamiento del estrés y/o tratamiento multimodal que incluye manipulación espinal, movilización, y corrección postural. Tanto la manipulación de la columna cervical como la torácica, con o sin movilización resultaron eficaces para las cefaleas cervicogénicas. Los médicos quiroprácticos frecuentemente emplean estas y otras opciones de tratamiento como parte de un enfoque multimodal para el tratamiento de los pacientes con WAD, incluidos aquellos con dolores de cabeza posteriores al latigazo cervical.