A medida que envejecemos, los discos amortiguadores que se encuentran entre las vértebras espinales en el cuello pueden deshidratarse, lo que lleva a una condición conocida como espondilosis cervical (SC). Debido al adelgazamiento y la reducción de la flexibilidad de los discos en el cuello, un paciente con SC experimentará un rango de movimiento limitado, que lo puede describir como rigidez. De hecho, la Clínica Mayo informa que esto es muy común y afecta aproximadamente al 85% de las personas mayores. Si bien una rigidez en el cuello puede interferir con algunas actividades diarias, es más probable que un paciente visite a su médico quiropráctico cuando la SC provoca dolor de cuello. ¿Por qué el dolor de cuello afecta a los pacientes con SC cuando lo hace?
La espondilosis cervical compromete la capacidad del disco para absorber energía y para flexionarse y extenderse en respuesta a fuerzas externas. Imagínese cómo una vieja pelota de goma que se ha dejado al sol no solo rebota menos, sino que puede romperse si golpea el suelo con suficiente fuerza. Asimismo, una simple caída que puede no tener ningún efecto en el cuello de un joven puede ser mucho más traumática para el de una persona mayor. Incluso algo tan cotidiano como dormir en una posición incómoda puede dejar al paciente con SC padeciendo dolor de cuello.
Otro generador de dolor es el resultado de los espolones óseos que se forman en respuesta a que las vértebras se acercan unas a otras. Este crecimiento óseo puede estrechar los espacios en las vértebras por los que pasan los nervios espinales, lo que provoca tanto dolor local como dolor referido a las extremidades superiores—un trastorno conocido como mielopatía cervical.
Actualmente, alrededor del 13% de los adultos de 30 años muestran signos de SC en las radiografías. Desafortunadamente, con la postura de la cabeza hacia adelante por el uso excesivo de dispositivos que ejercen una tensión adicional en el cuello, así como el aumento de las tasas de obesidad y los estilos de vida sedentarios cada vez más comunes, existe un gran potencial de que la SC comience a ser común a edades más tempranas. Esto resalta la importancia de mantener un estilo de vida saludable.
Cuando un paciente con SC busca atención quiropráctica, su médico quiropráctico utilizará la información del historial del paciente, el examen físico y, a veces, radiografías u otras pruebas de imágenes para establecer un diagnóstico preciso y decidir un enfoque de tratamiento. La atención generalmente incluirá la aplicación de terapias manuales con ejercicios en el hogar para tratar de restaurar la mayor cantidad de movimiento posible en el cuello. En casos más desafiantes, un médico quiropráctico puede trabajar en coordinación con el médico del paciente o un especialista u otro proveedor de atención médica.