Investigaciones anteriores han demostrado que unos músculos centrales débiles pueden afectar la estabilidad de la columna, lo que puede incrementar el riesgo de lumbalgia. Esta es la razón por la cual a los pacientes con lumbalgia a menudo se les aconseja que se vuelvan físicamente activos o permanezcan tan activos como sea posible, no solo para ayudar en el manejo de su condición actual sino también para reducir el riesgo de recurrencia. ¿Es la actividad física en general el mejor enfoque o debería también el paciente realizar ejercicios dirigidos específicamente a los músculos abdominales?
Para averiguarlo, los investigadores realizaron un estudio de diez años que incluyó a 600 pacientes con lumbalgia recurrente que fueron divididos en cuatro grupos: ejercicios de fortalecimiento, ejercicios de flexibilidad, ejercicios de fortalecimiento con aparatos abdominales (el acto de tensar los músculos del estómago como si uno estuviera esperando un puñetazo en el estómago) tanto ejercitándose como realizando las actividades diarias, y ejercicios de flexibilidad con refuerzos abdominales tanto ejercitándose como realizando las actividades diarias. El equipo de investigación consultó a cada participante una vez al año sobre la frecuencia, la intensidad, y la duración de su dolor lumbar, así como la frecuencia, la intensidad, y la duración de sus hábitos de ejercicio.
Los datos muestran que los pacientes en los grupos de aparatos ortopédicos abdominales experimentaron mejores resultados; sin embargo, la intensidad y la duración del ejercicio no parecieron tener efecto. Más bien, los investigadores observaron una relación entre la frecuencia del ejercicio y el uso de aparatos ortopédicos abdominales durante las actividades regulares y una reducción en la frecuencia, la intensidad, y la duración del dolor lumbar. Los autores del estudio especulan que la contracción frecuente de los músculos abdominales aumenta la rigidez de los músculos del tronco, actuando como un cinturón de espalda personalizado, y la combinación de ejercicios con aparatos ortopédicos abdominales debe recomendarse como una estrategia de manejo a largo plazo para los pacientes con dolor de espalda recurrente.
En un estudio separado que incluyó a 48 pacientes con lumbalgia crónica, los investigadores observaron que caminar combinado con ejercicios de estabilización lumbar redujo el dolor lumbar y también mejoró la resistencia de los músculos centrales, lo que puede reducir el riesgo de futuros episodios.
Los hallazgos resaltan la importancia de seguir las recomendaciones de su médico quiropráctico para mantenerse activo y realizar ejercicios específicos para fortalecer la parte inferior de la espalda y los músculos centrales, no solo para ayudar a reducir su dolor de espalda actual, sino también para reducir el riesgo de recurrencia.