El dolor de cuello y los dolores de cabeza a menudo ocurren simultáneamente y son dos de las razones más comunes por las que los pacientes buscan atención quiropráctica. Por lo tanto, es importante que un médico quiropráctico realice una historia clínica y un examen cuidadoso para determinar si los dolores de cabeza y el dolor de cuello del paciente están realmente relacionados o si los problemas deben abordarse de forma independiente. Este es el proceso que la mayoría de los pacientes con una combinación de dolor de cuello y dolores de cabeza pueden esperar al consultar con un quiropráctico.
Los médicos quiroprácticos comienzan con un historial que incluye lo siguiente: 1) lesiones o accidentes previos; 2) historia familiar, historia social (incluyendo nivel de educación y ocupación, hábitos de sueño, consumo de tabaco/alcohol, y más); 3) historia de alergias; 4) historial de vacunación; 5) uso actual de medicamentos para identificar posibles efectos secundarios; 6) revisión de sus sistemas (cardiovascular, respiratorio, oídos / nariz / garganta, genitourinario y más).
La historia actualizada entonces analiza cada queja individualmente para determinar el inicio, los paliativos, y las posiciones provocadoras / actividades / situaciones, la calidad de los síntomas, la radiación y la ubicación de las quejas, la gravedad de las quejas (dolor, en este momento, en promedio, en el mejor y en el peor) y el momento oportuno (mejor por la mañana o por la noche, relación con el trabajo, cambios hormonales o patrones).
El examen puede incluir signos vitales (presión arterial, pulso, respiración, altura, peso, temperatura, etc.); observación de la postura, la marcha, el movimiento, el afecto, la mueca facial; palpación de músculos, puntos gatillo, ruido articular (crepitación), calor; pruebas ortopédicas que provocan un aumento y/o disminución del dolor/síntomas; pruebas neurológicas; y consideración para pruebas especiales como radiografías, análisis de sangre o evaluación especializada.
Esta información da como resultado un diagnóstico de trabajo a partir del cual un médico quiropráctico puede crear un plan de tratamiento para el paciente. Los enfoques de uso común que puede esperar de su quiropráctico pueden incluir terapias manuales como la manipulación espinal (tipos de empuje y sin empuje); movilización (tipo estiramiento); Métodos de “camilla regulable”; tracción manual, punto gatillo y otras técnicas de "tejidos blandos"; y modalidades como vibración, hielo/calor, estimulación eléctrica, ultrasonido y más. Las estrategias adicionales de autocuidado o en el hogar pueden incluir entrenamiento con ejercicios específicos, reentrenamiento de la postura, recomendaciones nutricionales y modificaciones de actividades.
Algunos pacientes pueden experimentar un dolor inicial después de su primer tratamiento, pero generalmente sentirán mejoras en el dolor y la discapacidad después de varias visitas, momento en el que su médico quiropráctico puede ajustar el plan de tratamiento o liberar al paciente de la atención.